24.9.15

Regresión Generacional

Imagina volver al origen, a la primera vez que visitó tu cuarto, a las ganas de comerte el mundo.

Volver a la soledad, a ser deseo y no satisfacción. Inocencia y perversión.

Volver a ilusionarte con proyectos sin sentido, querer dibujar en el cielo tu nombre con letras de humo y oro. Trabajar para tu ego innato, para dejar atrás árboles de hierro forjado, libros de papel cebolla. Hijos de plastilina.

Ropa ancha, drogas blandas, futuro incierto.

22.9.15

Vitaminas

Imagina creer que tu vida vuela en aeroplano, primera clase, cocacola gratis. Mirar a través de las nubes desde arriba, atravesar el espacio sin despeinarte.

Viajar sentado en la cresta de una ola sin mojarte siquiera los pies, chubasquero de oro, neopreno última generación.

Atravesar llanuras desoladas y arrasadas por la radiación, dibujando el paisaje con ceras de colores desde dentro de tu limusina kilométrica mientras de tu radio salen himnos generacionales, uno detrás de otro, en una sinfonía que te describe como el ser todopoderoso que sientes ser.

Y no ver que te faltan vitaminas, esencia, agua clara.

Estás muerto.

21.9.15

Arena al Viento

Imagina permitir que la anarquía se adueñe de tus actos, que la voz que te persigue se instale definitivamente en tu cerebro e imponga su voluntad, ley y orden que no son tales sino falta de los mismos.

La lujuria trepando por tu espina dorsal.

El viaje a ninguna parte detrás de cada paso, convirtiendo cada esquina en un país por descubrir, tierra virgen que besar al llegar a ella.

Saber que ellos ya no son ellos ni ellas son ellas ni nosotros somos nosotros.

Solo arena al viento.

Dejarse llevar.