22.6.15

Volver

Imagina el punzón de hielo atravesándote la carne dormida. Gritos que tratan de despertarte en vano, desde dentro, desde lo más profundo de tu alma muerta.
Sentir el fuego lacerando tus manos de escriba ciego.
Pensamientos en dibujos animados, palabras escalando tu zona límbica. Terrores nocturnos con banda sonora de tambores y trompetas celestiales.
Volver a pensar que puedes hacerlo, que debes hacerlo.
Solamente por ti mismo, tarado hijo de puta.


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