Imagina recuperar aquellas viejas cintas de super8 en las que aparecías corriendo en dirección a los brazos de tu madre, joven y bella, que te abrazaba y te alzaba hacia el cielo, cuando ahora ha de mirar hacia arriba para poder hablar contigo.
Y dejar que las lágrimas broten, a pesar de que eres ya un adulto..
No hay comentarios:
Publicar un comentario