Imagina quedarte encerrado con ella durante días, sin otra cosa que hacer que escuchar la música de su voz. Mimetizarte con su aliento, con sus gestos, con la suavidad de su piel. Llegar a formar parte de su mundo hasta el punto de saber que no hay marcha atrás.
Y sentirte completo.
Es una princesa, yo solo soy un chico en harapos..
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