Imagina que hoy tuvieses que volar. Hay tormenta, llueve. Hay pocas ganas de abandonar el suelo. La realidad es demasiado poderosa y te ciega, se te agarra a las piernas, a los tobillos, a los pies.
Pero tú tienes que volar.
No seas tan estúpido como para utilizar algún avión. No hace falta.
Solo vuela..
A veces la realidad es tan aplastante que lo de volar es una quimera..nos deberían enseñar a desplegar las alas..Bonito sitio¡¡¡
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