Imagina alcanzar cotas tan altas de indignación que toda tu ira saliese despedida atravesándote los poros de la piel y bañándolo todo de bilis amarga y desesperación a partes iguales.
Guillotina, no más, sería la solución adecuada.
La revolución violenta que haría que todos pudieramos, al menos, optar a la salvación..
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