Imagina caminar con el viento a favor, dejando que todos vean que, sin ser el de antes, sigues siendo el mismo. Que sin tener ganas de reventar sigues queriendo morir de risa. Que si bien ya no aguantas hasta el final, tienes más ganas que nadie de ser el primero. De ser uno más.
Y la noche, la cambias por el día (y el día, por la noche)..
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