Imagina darte cuenta por fin de que aquello que pensaste que jamás pasaría lo tienes frente a ti. Que aquella ilusión con la que proclamabas que todo seguiría siendo siempre lo mismo, se diluye como agua sucia en un inodoro de metal.
Porque es inevitable que todo cambie, que todos se vuelvan contra aquello que fueron.
Y aunque creas que tú te vas a salvar de la quema, eres el primero que tornó el color de su piel..
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