14.5.11

Locuras

Imagina saberlo sin saberlo. Ver que algo comienza a cojear, sentir una fuga en tu aurícula.

Tener que enfrentarte a ello sin saber por donde agarrarlo, sin saber si lo que pasa es que definitivamente te has vuelto loco.

Otra vez.

Y pensar que se te ha metido el diablo en el ojo, volteando tu mundo y poniendolo todo patas arriba, con la intención de volver a reirse de ti.

Porque en realidad sabes que no pasa nada, cada día el brillo es más intenso..

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