Imagina sentarte frente a una ventana sin cristales.
Frente a un espejo pintado de negro.
Frente a un cuadro hecho jirones..
Sentarte solo, al final del camino, en la última esquina antes de llegar, esperando sin suerte a que alguien pase por allí.
Hacerte consciente por fin de que el final es el principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario