Imagina que no fueras tan bocazas. Tus comentarios de más serían lo de menos y las palabras vacuas y hostiles nunca más tu signo de identidad.
Puedes hacerlo. Solo es cuestión de autocontrolarse, de saber dónde y con quién andas. De saber quién eres.
Novias y exnovias, familiares, conocidos y amigos cercanos, estarían más tranquilos.
En el fondo te da lo mismo. Autenticidad lo llamas.
Quizás tengas razón..
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